La expansión de Roma se tradujo en la
fundación de colonias en los territorios conquistados, en los que se creaba una nueva ciudad o civitas. Más adelante, cuando ya
dominaba extensos territorios, los romanos fundaron más ciudades por
razones comerciales, defensivas o, simplemente, para asentar
poblaciones. Son de planta romana Florencia y Turín en la Italia
actual, Cartagena, Córdoba, Mérida, León, Valencia, Zaragoza; en
la Península Ibérica, Constantinopla, Verona, Lutecia (la actual
París); Narbona, Timgad, Tingis (la actual Tánger), en otras
partes.
Veamos sus características:
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